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Phrases for Embraces

Estartit

Estartit

En una ciudad lejana, más lejos de lo que jamás habíamos ido, te veo tumbada en una cama acompañada y no puedo más que observarte y pensar que por fin ha llegado el día que tanto me habías prometido. Estás tan preciosa cuando duermes, cuando te miro sin intermediarios, cuando te relajas y dejas que Morfeo te acaricie los pensamientos…

Y si, lo admito, siento celos también, pero la inmensa felicidad que me embarga el corazón es tan grande que ni me molesta que te toquen, que te miren, que te acaricien, porqué te miro a los ojos, me sumerjo en ese color miel, y te veo mía y de nadie más, te siento aquí dentro, en el centro del pecho.

Sigue durmiendo mi princesa, descansa, siéntete libre porqué has estado presa mucho tiempo. Disfruta, que yo seré el príncipe que te proteja, te cuide y te de todo aquello que necesites para ser feliz, para convertir este momento en algo más que un instante. 

Llueve

Llueve

Mientras observamos como el coche se empapa, la calle se inunda y ese nuevo árbol se balancea, tu mano se acerca a mi mano, encajamos nuestras cinturas y en mi pecho apoyas tu cabeza. ¿Cuánto tiempo hacía que no adoptábamos esa postura tan, tan cómoda?

Y el cielo se sigue desplomando, llenando el suelo de blancas bolitas que pintan una fría alfombra que se escurre con el agua. Tras una puerta de cristal nos ataca la tormenta, formando incluso una espontánea cascada, pero qué suerte tengo, pues por casi primera vez me resguardas de la tempestad, y lo mejor es que así lo he sentido. Protegida a tu vera.

Asomas la cabeza por mi hombro, y es que te has alojado en mi espalda mientras me rodeas con los brazos. Ojalá se parase el tiempo, que la lluvia arreciase para siempre y la sensación de protección y seguridad que obtengo cada vez que te acoplas a mí se eternizara. No pares nunca de abrazarme.

Me voy a mojar, lo sé, de hecho me estoy mojando, pero gracias, agradezco esta tormenta primaveral por permitirme (re)encontrar(te) en este rincón de ciudad, formando un pedacito de paraíso indeleble, que la lluvia jamás será capaz de arrastrar hasta las profundidades del olvido.

Cómo explicar...

Cómo explicar...

Hace mucho, demasiado tiempo que no me siento a plasmar todo aquello que navega a la deriva en mi corazón. Se me olvidó recurrir a mis clásicas figuras literarias para expresar aquello que con palabras llanas se vuelve más fácil decir. Ya no recuerdo lo que era escribir por puro placer, porque la musa viniese a visitarme por sorpresa, para desahogarme cuando las cosas pintaban algo negras.

Y estoy en un nuevo habitáculo, entre cuatro paredes blancas, sobre una mesa de madera clara, escuchando esa londinense que tanto me gusta. Sin trabajo que hacer me entretengo pensando, imaginando un porvenir que se me antoja demasiado inmediato, y que por supuesto no quiero que llegue. Miedo, miedo me da…

Pero seguiré haciendo oídos sordos a tal realidad, como siempre, construyéndome esa especie de fortaleza frágil a los golpes directos, en la que se puede vivir medianamente tranquila. Inútilmente tranquila.

Ha llegado un punto que ya no me importa, que me da igual porqué la felicidad llamó a mi puerta tiempo ha, y se quedó en un rinconcito, pequeño pero inamovible, completamente indeleble. Ha llegado el punto en el que ya no sé cómo explicar lo que siento… 

Cartas a mi X

Cartas a mi X

"En una vida pueden llegar a pasar tantas personas, tantas como podamos imaginar, pero de sobras sabemos que tan solo unas pocos pueden quedarse para siempre, escondidas en algún rincón del corazón. En mi vida, por el momento, han pasado siete mujeres especiales, siete personas que me han marcado, para bien y para mal, y de las que guardo un especial recuerdo, porqué considero que todas ellas forman parte de mi corazón.

Esto es un recopilatorio de cartas que quiero dedicarles, con la esperanza de compartir aquello que ellas me han aportado, dado que gracias a cada una de ellas ahora soy como soy. Y me gusta como soy."

Esta es la sinopsis de mi primer libro publicado, tras mucho esfuerzo y dedicación. Persevero aún en este mundo de la escritura, y me gustaría compartir con todos los lectores y lectoras de este blog mi primera obra que podrá ser adquirida en papel (y también en versión electrónica). 

Gracias por vuestro apoyo y dedicación; eso es lo que hace que siga escribiendo.

http://www.bubok.es/comprar/Cartas-a-mi-X/id=200601

Indefiniblemente cerca de mí

Indefiniblemente cerca de mí

Como querer escribir sin tener palabras, ni un solo vocablo que pueda expresar esa sensación que sin quererlo o queriendo se ha instalado en el pecho. En una habitación oscura, con la luz de la pantalla reflejada en las retinas que arden por ver algo nuevo, algo que no esperen, algo que sorprenda. Y el reproductor va soltando términos, frases, estrofas y demás, que se conjuran de nuevo, todas aquellas que hacia tanto que no escuchaba… Me dueles tanto que no quiero volverte a ver

Un refresco que se ha acabado, mientras las burbujas navegan a través de mí ser, estrellándose las unas contra las otras en una sinfonía que no soy capaz de escuchar… Recuerdo que al llegar ni me miraste, fui solo una más de cientos, y sin embargo fueron tuyos los primeros voleteos

La noche ya ha caído, dando fin a este día que ha sido uno más de esta infinita carrera de tiempo. Una pequeña parada para que en mis ojos se reflejen más y más pantallas, como buscando algo que por el momento no termina de aparecer, con una pequeña corrección en lo anteriormente escrito. Y esa voz, dulce y triste a la vez, que sigue acariciándome los oídos, y que se conjura año tras año, recordándome que empecé a interesarme por la lengua bretona gracias a ella… I don’t wanna cry a tear for you, so forgive me if I do

Las palabras empiezan a encallarse, como siempre a mitad de texto, pero es que no sé como sacarme de dentro todo aquello que tengo por decir, todo aquello que hace que sea como soy, que me define irremediablemente, y que por suerte o por desgracia le pone algo distinto a mi día a día. Me quejo de que la musa nunca me visita cuando tengo un teclado delante, pero quizás sea yo la que no termina de canalizar lo que tengo por decirme… Insiste mi locura en que soy la caricatura de lo que un día viste en mí, no me queda valor ni para irme de aquí

La pregunta que me viene en mente, sin embargo, es el porqué de todo esto, de estas líneas, cuando comencé por comenzar, cometiendo el mayor error de todos, pues sin propósito, esto terminará por convertirse en un despropósito. Pero qué más da, la incoherencia siempre me ha llevado de la mano, marcándome una ruta que no sé por cuanto tiempo podré sostener… Si, yo quiero hablar, pero las palabras vienen y van, puedes pensar si es bien o mal, te juro que ésta es mi realidad

Un cambio de letras, pues la Times New Roman se me queda impersonal, no la sentí nunca mía, y adopté entre mis dedos la Book Antiqua, pues me parece más cercana, más humana, que puede llegar mejor a los demás, que puede transmitir la inconexión de todo esto… Esta vez me quiero desahogar, prometer que se me pasará, conseguir mirarte sin temblar y que ya no te quiera enseñar lo que hoy me ha dado por cantar

Y me sorprendo de esas canciones que tenía guardadas, de esos sentimientos que con ellas van, y las ganas que tengo de gritar, de cantar y de (por qué no) escribir, con este ataque de verborrea verbal que parece no tener final. El día que consiga sacar lo que llevo dentro, esas mezclas de ironía y sinceridad, de tristeza y felicidad, de hiperactividad y apatía, me faltarán, lo sé, palabras, canciones y teclas para aporrear… Take everything from the inside and throw it all away…

Veo que en tiempo real esto no está quedando tan mal, pues parece que canción tras canción se van conjurando las frases solas, melodía tras melodía el humor puede que mejore o no, depende del ritmo, y del recuerdo que atado va a él… Nos buscamos, nos tocamos, pero a veces olvidamos lo que nos cuenta la piel; debemos esforzarnos, o vamos a caer 

Podría seguir, podría buscar una imagen que jamás estará a la altura de esto, podría estar escribiendo por escribir intentando que aparezca algo coherente, algo que transmita algo más de lo que suelo escribir, intentar construir mi obra maestra, pero por el momento ésta no llega con esto, y las canciones siguen, algo de Lady Gaga, Evanescence, Ondina, Iio, pero la que andaba esperando para poner punto y final ha llegado, por lo que qué mejor decir… Para ponerle una canción a tus silencios, para que te eches a reír, paranonainoninonero, no sé para qué, pero te quiero

O quizás… Acostumbrado a estar así, cuando estás cerca de mí

More than words

More than words

Apagando farolas a mi paso, y el frío abanicándome mil pensamientos inconexos, la mayoría fruto de un estado entre adormilado y apático. Una mañana más del resto de mi vida. And yes, maybe it’s the same shit that moves me every day, but still I have to stay that way.

Who may say that she still could thrill me, that she still could inspire me, with her hands across the strings, and her voice, her little voice, singing those words that she used to sing. The way has changed, so deeply, staying in front of me, more natural, smoother, looking eye to eye. A shy smile behind my hands, my eyes drowned in tears… she will never know what my mind wants to say… Because there’s nothing more to say, nothing more to do. This was the way that things were supposed to be, and it’s all right with me. But somehow, I still think that I’m jealous, jealous of the incoming future… she will never know.

Un cigarro en el jardín, con un moscardón amenazando la tranquilidad de la mañana, y sí, me ha vuelto a hacer sonreír, comentando una jugada que jamás debí jugar, pero que ya no tiene vuelta atrás. Toca girar página, por fin, y empezar a escribir sobre aquello nuevo, aquello bonito, aquello que queda por venir… página en blanco. Tóca(me)la una vez más, ya no bajo las sábanas, sino sobre ellas, porqué ya no hay necesidad de esconderse… More than words, lighting lamps again…with a cross over my heart.

Зачем я

Зачем я

Hoy me he despertado sonrientemente agitada, pues hacía mucha que no se aparecía en mis sueños, ante la evidencia de que aún la echo de menos. En una casa que no es la mía, mezclada con amistades que jamás llegó a conocer, se encontraba de paso, tan cerca que no le quedaba más remedio que ser una alucinación de Morfeo. Un abrazo, un simple contacto con su piel, y el corazón agitado se me posa en la garganta, asfixiando aquellas palabras que hace tanto, tanto tiempo que no le digo a nadie. Y la siento otra vez como antes, cuando no me importaba ni nada ni nadie, cuando me pasaba las horas con la mente en otro lugar lejos, muy lejos de mí, cuando las canciones eran en otro idioma que tengo pendiente de dominar, cuando no afectaba nada porqué jamás nos iba a atrapar.

Unas pocas palabras, miradas de soslayo, la sonrisa eterna al perderme en la magia de esta sensación onírica, y si, no estamos nunca solas, ya hace mucho tiempo de aquellas imaginaciones en la intimidad, y su pareja es tan bonita, tan hecha para ella, que no me queda más que alegrarme, dibujarme una sonrisa sincera en la faz y aprovechar el momento. Una semana va a estar, con lo que lo único que puedo decir es quiero vivir contigo esta semana, por los viejos tiempos, por todas aquellas canciones del este, porqué últimamente estas en mi mente y tan solo hago que rememorar aquellas melodías que por sorpresa alguien ha vuelto a sacar del baúl.

Зачем нас. 

Caricias de niebla

Caricias de niebla

Amanece el día bajo un manto de bruma espesa, ocultando todo aquello que no merece ser visto por los ojos mundanos. Me arrulla la niebla, una caricia desnuda, tímida pero incandescente. Se me estremece el cuerpo, pues lo siento tan profundo que no hay manera de aplacar esa sensación de paz y se me cierran los ojos inconscientemente. Las brumas me nublan la mente, ya no pienso, sino que siento, cada milímetro de mí es nuevo, y lo (re)descubro con mis pupilas descansando en ese rincón que ya es tan mío que lo echo de menos si no lo tengo.

Escucho una canción en mi cabeza, de aquellas que de tanto en tanto (re)aparecen como convocadas por algún ente ajeno a mi persona… Time enough for hard questions, time enough for our fears, time is tougher than we both know yet, time enough for tears… Se termina el día de niebla, pues el sol está a la vuelta de la esquina de nuevo. Quiero escuchar otra vez aquellas palabras antes de irme a dormir, sentir como me penetran hasta lo más profundo de mí ser, con sus caricias desnudas… caricias de niebla.

Veintitrés

Un año más, a mis espaldas ya cansadas, casi veintitrés inviernos a cuestas. Porqué tengo veintitrés razones para huir, veintitrés momentos dotados de hermosura,  veintitrés vasos de agua, veintitrés sueños rotos, veintitrés razones para abrazarte, veintitrés voces mías diciendo “vivo cerca” (como diría el poeta), veintitrés alegrías por nuestra complicidad, veintitrés pasos para perderme, veintitrés ilusiones a medio gas, veintitrés argumentos para seguir aquí, veintitrés flores en un jarrón, veintitrés estrellas iluminándonos de nuevo el balcón, veintitrés cruces en el corazón, veintitrés relatos para contar como estoy, veintitrés caminos hacia la entelequia, veintitrés esperanzas puestas en un abrazo, veintitrés manos a las que sujetarme, veintitrés caricias a media luz, veintitrés suspiros en tu regazo, veintitrés llamadas más, veintitrés puertas que abrir, veintitrés veces mía a poder ser, veintitrés veces veintitrés…

Veintitrés deseos en un par de velas, sobre una tarta que aún no conozco, en un soplo de aire que creo que empieza a faltarme… porqué me hundo, me ahogo en mí y me falta ese aire para elevarme de nuevo. Deberé pedirme unas alas, porqué mis piernas ya no aguantan más, y tengo ganas de volar.

Veintitrés sonrisas para quien se las haya ganado…

Esperando(me)

Esperando(me)

Hoy eché un vistazo al calendario, 27 de diciembre de 2010, y me asaltó aquel pálpito de todos los años, aquellas ganas de trasladarme instantáneamente hacia otro lugar y correr, correr y no parar, para no volver más. Esperando, siempre esperando(te/me)…

Ayer recorrí las memorias de todo lo que ha pasado, ciclos que se repiten inexorablemente, y no saco nada, más que otro dolor de cabeza y un torrente que recorre mi cansada faz. Esperando…

Otra navidad más que ha pasado, pero esta vez ha sido como si ni se hubiese manifestado, más que por los anuncios de juguetes y las luces incandescentes que iluminan la calle. Triste, muy triste todo, hipocresía máxima de celebrar mi tristeza. Y esperando, un año más esperando…

Y ahora es cuando menos lo espero, pero es cuando más lo necesito, porqué sé que se puede hacer tarde, infinitamente tarde, y ya no estaré aquí. Porqué espero, para irme y no volver… una llamada, una visita, un ramo con olor a perdón, un abrazo por favor.

Un currículum que salió volando hacia otro lugar, un hueco en una casa de cuatro, y una espera(nza), porqué ya nadie aguarda por mi, y quizás sea el momento de marchar… Esperando(me).

Miedos

Miedos

Como enfrentarse al fantasma más gigantesco y draconiano de todos… como vislumbrar una puerta y querer correr en dirección contraria… como estar en una sala y de repente sentir una asfixia incomprensible en el pecho… como sentir que cada músculo del cuerpo se tensa, se tensa y no cede… como respirar en una burbuja que no transpira… como querer dar una explicación sin saberse explicar…

Y salgo de casa y me ahogo, me oprimen un millón de voces en mi cabeza, y solo tengo ganas de correr, de huir hacia atrás. Pero no, toca ser valiente y seguir hacia delante, llegar y abrir esa puerta que alberga mi miedo. Consigo llegar ansiosamente, temblando de pies a cabeza, pero respiro una, dos, tres, ochocientas cincuenta-y-dos veces… Y me pongo a trastear entre ropas, atrezzo y demás, intentando distraer la mente. Nerviosa, salgo airosa, respirando entre bambalinas cada dos por tres, perdiéndome entre la oscuridad tras el telón.

La tensión me acuchilla la espalda, y sé que me durará días aún, pues es demasiada tensión para un solo cuerpo, pero consigo sonreír, logro abstraerme y disfrutar en muy pequeña dosis del trabajo. Salgo con una sonrisa doble… por sentirme útil, y por haber sobrevivido a esta lucha. Sé que queda mucho aún por batallar, y que en cualquier momento puedo (re)caerme… pues sigue habiendo un hematoma en mi pecho… y hoy lo he (re)descubierto…

Inoculación

Inoculación

Me duermo entre sus brazos, fundiéndome en el azulgrana de las sábanas. El aroma de su piel, de su amor, me lleva hacia Morfeo pausadamente. Se remueve y me despierto, pues no quiero perderme ni un segundo de sus miradas. Unos calcetines con alas terminan aterrizando dónde siempre, en ese pequeño rincón entre sus amigas zapatillas, mientras el gallinero resuena bajito en el televisor, y se va apagando su luz contrastada. Una pelea con las mantas, interminable, porqué resbalan, huyen, se retuercen y caen, pero siempre terminamos ganando. Un abrazo más, de nuevo, para volver a mi sueño, que no para, no es capaz de detenerse, de inocularme una incertidumbre tal que me corroe hasta en el país de los sueños. Se me ha colado, circula por cada centímetro de mí, invisible pero palpable. Intento hacerme la sorda, no escucharla tras los poros de mi piel, pero aparece y me desmonta, y me pierdo en lágrimas, aunque ella me rescata, me toma entre sus brazos de nuevo y se sofocan los lloros. Despierto, a su lado, tan cerca que el calor de ella es el mío propio, y viceversa. Se revuelve hacia mí, y me sonríe con los ojos cerrados… está tan bonita… Y un beso, un abrazo más, y vuelvo a esconder mis pupilas acompasando mi respiración a la suya, mi corazón al suyo. El frío azota su habitación, un gélido modo de despertar prácticamente, pero ahí está ella, esperando mientras me visto para volverme a acoger en su abrazo. Mil abrazos me da, no se cansa, y yo me  puedo llegar a creer que ese veneno, esa incertidumbre que me carcome de la cabeza a los pies, se irá en uno de esos abrazos, porqué ella, ella ha sido, es y será mi único antídoto.

Que se detenga el tiempo

Que se detenga el tiempo

En tu habitación se me paró el tiempo, el reloj dejó de hacer su clásico tic-tac y ya tan solo escuchaba el lup-dup de mi/tu corazón. Mi mano en tu mano… tu mano enredada en mi pelo… el aroma de tu piel inundándome la mía… Una manta del color del atardecer nos cubre del frío y bajo ella solo tú y yo sabemos lo que puede llegar a pasar, como el amor nos puede llegar a cobijar. Son tantas las palabras que se me ahogan en la garganta, y tan pocas las que llegan a tus oídos, pero sé que ves más allá de mi verbo escaso, veo que me miras y me entiendes, y que ya hemos adoptado un lenguaje propio para decir más de lo que las palabras contienen. Me tiembla el pulso al tenerte cerca; se me escapa la sonrisa al contemplarte; las manos van solas recorriendo cada centímetro de tu cuerpo, como si quisieran recordarlos para siempre; un leve movimiento de cadera para tenerte más y más cerca, y me pierdo, me he perdido en el castaño de tu mirar…

Yo no sé qué es esto, no sé qué es lo que me impulsa sin remedio hacia ti, eso que me dice sigue, no pares, que mañana será tarde… por eso tan solo pido que se detenga el tiempo, que se pare de nuevo en ese pequeño rincón en el que dormimos plácidamente sosteniéndonos los sueños, donde irremediablemente me perdí entre tus caricias y tus abrazos. Párate y sigue a mi lado.

Olvido

Olvido

Un segundo… Adiós… Un minuto… ¿Qué me has dicho? Un día… ¿Dónde estoy? Y si, tengo miedo al olvido, a la incomunicación… porqué pasan los años y menos recuerdos quedan… Siguen pasando y menos coherencia hay en mi verbo… Y el olvido se mezcla con las brumas de la memoria… todo empiezan a ser puntos suspensivos en un pasado que parece que no he vivido… Y si verbalizo parece que se hace más tangible ese miedo que me oprime los sentidos… Rodeada de ancianos y sorprendentemente no tan ancianos me pregunto si lo mío ya es hipocondría y contagio o realmente mi SNC esta afectado… Las palabras se me escapan mal dichas, haciendo una macedonia de letras sin sentido… la concentración brilla por su ausencia y cuando se manifiesta resulta algo forzoso y sobreactuado… Las neuronas se desploman tras mis ojos, cansadas y quemadas… Me dan ganas de llorar, un llanto de pura frustración e impotencia, porqué el tiempo se me escapa entre las manos y no hay retención… Veo un film y no lo entiendo, escucho una canción y me pasa desapercibida, pasan los días desordenados en una secuencia sinsentido… Olvido… Me envuelve en su trágico e inevitable abrazo… llegas pronto, que lo sepas, demasiado pronto… Espero encontrar algún arma para combatirte antes de que se me olvide ni siquiera que existes…

Historia de un abrazo

Historia de un abrazo

Érase una vez que se era, una chica llamada Florencia, por aquello de llamarla de alguna manera, que, en un momento de soledad y quizás algo de tristeza, conoció a otra chica, a la que llamaremos Evarista.

Florencia conoció a Evarista, y pensó que era una chica maja, bonita, pero tampoco le dio mucha importancia… Evarista conoció a Florencia, y pensó que no estaba mal, que quizás algo tenía, pero tampoco le dio demasiada importancia…

Con el tiempo, se fueron conociendo más y más, hablando y hablando, quemando las horas con charlas diversas, risas y demás, hasta el día en que por fin se decidieron a charlar con un café y un zumo de por medio. La tarde se acompañó de risas, anécdotas varias y de un ambiente tan agradable que costaba de creer…

Pero llegó la hora de despedirse, de poner fin a aquella tarde mágicamente agradable, de despedirse hasta la próxima… Evarista acompañó a Florencia hasta la parada de autobús que la debía llevar a casa, y esperaron pacientemente hasta que éste llegase. Lo vislumbraron al final de la calle, y la tristeza por separarse se dibujó en el rostro de Florencia. Pero tocaba despedirse, así que se acercó a Evarista y le dio los correspondientes dos besos, pero para sorpresa suya recibió de ésta lo que jamás nadie le había dado gratuitamente. Evarista acopló su cuerpo al de Florencia, abrazándola con fuerza sin decir nada más. Y Florencia se quedó perpleja, inmóvil entre sus brazos, pues jamás se lo esperaba… porqué Florencia siempre daba los abrazos, no los recibía sin pedirlos, y lógicamente los necesitaba. Quizás parecía que era una chica dura, inalcanzable y que no necesitaba de cariños, pero no era así… anhelaba encontrar a una persona así, que la abrazase de improviso, sin pedirlo y que además ese abrazo le llegara hasta lo más profundo de su ser… Y Florencia supo, supo en ese preciso momento que Evarista iba a ser una persona especial en su vida, que no sabía que tipo de relación resultaría a partir de ahora, pero sabía que iba a ser diferente, diferente a todas las personas que tenía en su día a día, puesto que ella, era especial… y de hecho lo sigue siendo.

Condenadamente viva

Condenadamente viva

Solía relatar historias inverosímiles y completamente inventadas, fruto del aburrimiento mezclado con sueños parcialmente rememorados… ahora escribo sobre ñoñerías romanticoides, producto de una sensiblería bañada con litros y litros de glucosa. Tenía la costumbre de llevar anillos en los dedos, por una manía que ni yo sé explicar, y de repente me empezaron a molestar. Me consideraba una persona dura, insensible e inamovible… sin embargo en este momento estoy blanda, románticamente sensible y llorando por sandeces… Por mis venas ya no corre horchata, fluye leche merengada… De mis labios ya no salen palabras filosóficamente extrañas, sino piropos y observaciones cursis que adquieren una tonalidad rosada… Ya no escucho canciones de desamor, ni los niños me causan animadversión… Vivo soñando, y soñando vivo, haciendo de mi existencia un palacete de infinitos colores, cerca de mi princesa multicolor, lleno de flores y céspedes inmensos, de tardes mirando las musarañas en una cama, de acentos extraños de la Cataluña profunda, de sonrisas y lágrimas, de cinefilia interminable, de meriendas-cenas al aire libre… Y si, me fastidia haberme convertido en el romanticismo y sensiblería con nombre y apellido, y me joroba emocionarme por naderías, pero jamás, y repito, jamás, me había sentido tan condenadamente viva.

Verde que te quiero verde

Verde que te quiero verde

Pídele a la luna que deje de brillar… pídele a la brisa que deje de soplar… pídele silencio a los pájaros… pide lo que quieras, que el verde jamás dejará de brillar… Abre los ojos, ábrelos bien e ilumina (mi) camino… dos puntos infinitamente hermosos, como dos luceros, sonriéndole a la vida sin cesar. Verde que te quiero verde, verde en mi mirada, verde en mi vida… Y déjame, déjame acompañarte un día más, un año más, para celebrar aquel precioso día en el que se abrieron dos pequeñas esmeraldas, para celebrar que un día se posaron en mis pupilas cuando yo más las necesitaba… Gracias, mil gracias por estar ahí, por querer compartir tu aniversario en mi compañía, y sobretodo por posar tu verde en mi verde-marrón… Gracias ojitos lindos.

24.08.10/04.09.10


Besos de sal

Besos de sal

Sol, aire y arena… Cuerpo semidesnudos bronceándose de radiación solar, sombrillas asesinas rodando al compás del viento y el ir y venir de las olas… Un día perfecto de playa sobre una toalla roja, rodeada de pequeñas conchitas que me regalas con una sonrisa. Y el blanco de las conchas se funde con el blanco de tu sonrisa, con el blanco de tus ojos cerrados ante los destellos de sol, con el blanco de la espuma que rompe la costa… Se nos van las horas, contemplando gente y más gente, escuchando conversaciones ajenas y creando las nuestras propias, imaginando vete a saber que cosas con miradas lucrativas que se pierden en la infinidad del horizonte cristalino… Y nos sumergimos en tranquilidad húmeda, refrescando la piel ardiente, agarrándonos para que no se nos lleve la resaca mientras una bandera del color del sol ondea con el aire… Te abrazo, te agarro y te elevo, y te giro y te balanceo danzando con las olas, con la melodía que tan solo nosotras conocemos… Bésame, bésame bien fuerte, con ese sabor salado en los labios, bajo el sol del mediodía, y abrázame, abrázame estrecho, para que los corazones agitados se calmen entre ellos, y abandonemos el lugar casi corriendo, quemando la carretera con este calor infernal, para sumergirnos en una agua más caliente, más calmada, más hogareña, frotando los restos de arena con una sonrisa en los ojos, barriendo la ansiedad entre aperitivos y bebidas… Y terminar la noche al raso, bajo una luna parcialmente cubierta, y la melodía de las picaduras y los grillos cantándole a las estrellas, con una toalla en la hierba, porqué de la playa venimos y al césped nos vamos, y terminamos en el rincón donde se ve toda la ciudad, miles de lucecitas orquestando la noche, danzando al compás de la oscuridad… Abrázame… bésame, con algo de sal en los labios, un poco de playa en los zapatos y el sol del anochecer en la mirada…

Químicamente perlada

Químicamente perlada

Perlada en un compuesto de agua, cloruro sódico, urea, ácido úrico, creatinina, ácidos grasos, ácido láctico, sulfatos, lactatos y demás se me funde el sentido en una sensación de tristeza ilógicamente incomprensible… Te miro, te miro directa y sinceramente, y te veo, te veo feliz, cansada pero feliz, con ese brillo especial en la mirada y la bendita sonrisa, y me descubro reflejada en el fondo de tus pupilas, cansada pero feliz también, y supongo que me emociono… me emociono por dentro, y no me lo creo, pues es triste pero cierto, que jamás me había sentido tan cobijada y protegida, y la falta de costumbre me remueve los adentros, dado que esto parece ser un sueño de lo irrealmente real que es… Y se me inundan los ojos, como viendo aquella película que en la vida pensé que me emocionaría de ese modo, se me encharcan, y ya no te veo, pues de los lacrimales me surge una fuente de agua, glucosa, albúmina, globulina, lisozima, sodio y potasio que me nubla mi reflejo en el tuyo… Me quiero esconder, en ese rincón entre tu hombro y tu pecho, respirarte y dejar que huya, que se escape esa sensación de felicidad húmeda, esa sensación de miedo irracional a que se rompa, a que me despierte de este sueño… Cierra la ventana, escondámonos del mundo, mira una vez más el reloj y dime que el tiempo se ha detenido, pues aún con las lágrimas, aún perlada en sudor, quiero quedarme aquí, abrazada a tu corazón y perderme, perderme en este reino de magia y fantasía…

Pinceladas

Pinceladas

Inundémonos en este color tan particularmente bello, mezclémonos entre capas y capas de sonrisas y miradas íntimas, pasémonos la brocha para que nos expela pequeñas partículas de color en esta tarde tan sumamente hermosa… Y te subiste a mi cama, por fin, después de una larga espera, pero no ha habido colchón ni me he recostado en tu corazón, sino que has convertido mi cama un lugar mejor, brillante, como nuevo, concediéndome un abrazo perpetuo para las noches largas sin tu presencia… Porqué dormiré bajo el abrazo de tus pinceladas en mi pared, arropada por todo el cariño que se puede verter en un bote de pintura… y te veré, te veré paseando tus manos por mis muros, dejando marca, porqué desde que te conozco me has marcado…  Siento tus huellas en esta tarde de verano, convirtiendo un proceso más bien hastioso en algo tan bello, tan hermoso, tan sublime… se ha dotado de una magia que ninguna palabra podrá plasmar jamás, y me alegro de haberlo compartido contigo… Porqué mis manos se habrán manchado de lila, mis pulmones se habrán llenado de amable toxicidad, pero en mi rostro has conseguido dibujar la más grande y sincera de las sonrisas… Has conseguido pintar ya no solo mis muros, sino mi vida entera de todos los colores… Nunca una tarde entre pinceles, brochas y escaleras me podría haber resultado tan placenteramente salpicada de infinita felicidad…