Pinceladas
Inundémonos en este color tan particularmente bello, mezclémonos entre capas y capas de sonrisas y miradas íntimas, pasémonos la brocha para que nos expela pequeñas partículas de color en esta tarde tan sumamente hermosa… Y te subiste a mi cama, por fin, después de una larga espera, pero no ha habido colchón ni me he recostado en tu corazón, sino que has convertido mi cama un lugar mejor, brillante, como nuevo, concediéndome un abrazo perpetuo para las noches largas sin tu presencia… Porqué dormiré bajo el abrazo de tus pinceladas en mi pared, arropada por todo el cariño que se puede verter en un bote de pintura… y te veré, te veré paseando tus manos por mis muros, dejando marca, porqué desde que te conozco me has marcado… Siento tus huellas en esta tarde de verano, convirtiendo un proceso más bien hastioso en algo tan bello, tan hermoso, tan sublime… se ha dotado de una magia que ninguna palabra podrá plasmar jamás, y me alegro de haberlo compartido contigo… Porqué mis manos se habrán manchado de lila, mis pulmones se habrán llenado de amable toxicidad, pero en mi rostro has conseguido dibujar la más grande y sincera de las sonrisas… Has conseguido pintar ya no solo mis muros, sino mi vida entera de todos los colores… Nunca una tarde entre pinceles, brochas y escaleras me podría haber resultado tan placenteramente salpicada de infinita felicidad…
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