Caricias de niebla
Amanece el día bajo un manto de bruma espesa, ocultando todo aquello que no merece ser visto por los ojos mundanos. Me arrulla la niebla, una caricia desnuda, tímida pero incandescente. Se me estremece el cuerpo, pues lo siento tan profundo que no hay manera de aplacar esa sensación de paz y se me cierran los ojos inconscientemente. Las brumas me nublan la mente, ya no pienso, sino que siento, cada milímetro de mí es nuevo, y lo (re)descubro con mis pupilas descansando en ese rincón que ya es tan mío que lo echo de menos si no lo tengo.
Escucho una canción en mi cabeza, de aquellas que de tanto en tanto (re)aparecen como convocadas por algún ente ajeno a mi persona… Time enough for hard questions, time enough for our fears, time is tougher than we both know yet, time enough for tears… Se termina el día de niebla, pues el sol está a la vuelta de la esquina de nuevo. Quiero escuchar otra vez aquellas palabras antes de irme a dormir, sentir como me penetran hasta lo más profundo de mí ser, con sus caricias desnudas… caricias de niebla.
0 comentarios