Romanticismo en los cielos
Esta noche llueve en Paris; el cielo se desploma en aguacero pero aún así la puesta de sol ha sido magnífica. Se respira ese romanticismo parisino en los cielos… Líneas discontinuas pasan sin cesar, como una interminable sucesión de blanco y negro. El cristal se desgarra en gotas que dibujan los mismos rayos que se dibujan en el cielo. Y aún así es uno de los espectáculos más bellos que mis ojos hayan visto… La carretera es interminable, como los berridos de un atajo de irrespetuosos individuos e individuas, que con canciones dignas de la peor clase de colegiales me despiertan un instinto homicida prácticamente irrefrenable…
Lástima no tener una recortada para (re)cortar esta agonía de cuajo. Pero aun así el paisaje, lleno de pastos y campos, alivia esta insufrible tortura…
Dejaré de escribir, antes de formular alguna declaración de intenciones demasiado funestas… Qué manera más tonta de estropear una visita de mi musa…
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