Acercándonos al final...
8. La traición
La primavera por fin dejaba atrás al frío invierno. Las flores empezaban a renacer, las hojas nuevas de un verde intenso brotaban de los árboles, el sol volvía a ofrecer su cálido abrazo y en una de esas primeras tardes de primavera, se encontraba sentada en un banco de un parque una chica con una triste cara en aquel día tan hermoso aparentemente.
- Yul: Ey Lena… siento haberte hecho esperar… jejeje no me esperaba para nada que me pidieras de quedar… tú que apenas se te ve el pelo jejeje… que cosas…
- Len: Ya…
- Yul: (“mmm… parece que le pasa algo”) ¿Te ha pasado algo cariño?
- Len: Ven, siéntate Yulia… tenemos que hablar…
- Yul: Uy, mal rollo si me llamaste por el nombre de esta forma…
- Len: Yulia, yo… yo te tengo que contar algo… y se que lo más probable es que no te guste y me odies por lo que te diré, pero solo quiero que sepas que lo siento mucho y que espero que algún día me puedas perdonar…
- Yul: Bueno… cuéntame que ha pasado…
- Len: Verás… no se ni por donde empezar… pero mejor decir las cosas claras y de una… bueno, estoy con un chico… fue algo muy raro, que se me lanzó encima como una ola rabiosa, y yo no quería hacerle daño con un no rotundo, y me insistió y me insistió para que lo probáramos… no sé… pero yo más que nada no lo veo como una relación demasiado sería la verdad… tal vez no llegue a durar demasiado… y no sé… algo en mi interior me decía que te lo tenía que contar… me siento fatal Yulia… llevo unos días que no soy yo… y es que no sé que más decirte… porque lo único que sé es que lo siento mucho… lo que menos quería era hacerte daño…
- Yul: A ver… tranquila…
- Len: No puedo tranquilizarme Yulia…- y unas pequeñas y cristalinas lágrimas empezaron a brotar de sus ojos-.
En aquel momento las dos chicas se encontraban en medio de un silencio sepulcral, solo interrumpido por los pequeños sollozos de la pelirroja. Entonces Yulia, aun con el corazón hecho añicos, se dispuso a tranquilizar a su querida pelirroja, sin reparar que una persona se encontraba no muy lejos observando y escuchando atenta.
- Yul: Tranquila cariño… a ver… no te tengo que perdonar nada… además, si es que ni te tendrías que sentir así de mal… No pasa nada Lena…
- Len: Si que pasa… yo se lo que sientes por mi… y no se… yo no quiero hacerte daño porque te aprecio demasiado como para hacerlo…
- Yul: A ver… que no pasa nada en serio… tu no tienes la culpa de que yo me haya enamorado de ti… (“¡¿has dicho enamorada Yulia?!”) Si estuviéramos saliendo juntas pues aun me podría enfadar, pero a mi pesar, tan solo somos amigas… no tengo porque perdonarte… y tu no tienes que sentirte mal… yo solo quiero que seas feliz, sea conmigo, sea sin mi, sea con el chico este o con quien sea…
- Len: Bueno… ¿pero me perdonas Yuli?
- Yul: Ay… Yo si quieres te perdono, pero no le encuentro sentido a que te tenga que perdonar… Yo ya se que no me quieres hacer daño, pero mira lo que te digo, diría que te ha sentado más mal a ti que no a mi el hecho de que estés saliendo con este chico… jejeje…
- Len: Jejeje… parece que si… pero no sé… me tenía mal esto… no sé exactamente porque, pero necesitaba decírtelo porque era un sin vivir esto…
- Yul: Bueno… ¿y ahora te sientes mejor?
- Len: Antes quiero preguntarte algo…
- Yul: Claro… dime…
- Len: ¿De verdad que no te has enfadado y seguimos siendo amigas?
- Yul: Pues claro que si tonta… ¿Cómo quieres que me enfade con la ricura más grande que hay en el planeta?
- Len: (bastante ruborizada) Ay… no digas esas cosas loca… vaya tela… jejeje
- Yul: Jajaja… bueno, ¿entonces ya estás mejor?
- Len: Si… me siento mejor…
- Yul: ¡Me alegro pues!... Anda que también ponerte así de mal por esta “tontería”… Bueno, pues entonces si me disculpas, me tendré que ir, porque tengo que ir a hacer un par de cosas…
- Len: Muy bien… entonces ¿nos vemos mañana en el colegio?
- Yul: Si, claro… hasta mañana…
- Len: Hasta mañana Yuli…
Esa tarde Yulia se encontraba tranquilamente en su casa, pensando en sus cosas cuando de pronto su teléfono sonó y escuchó la voz que, para ella, era la más dulce del planeta. La verdad es que no se esperaba para nada esa llamada y menos con la intención que llevaba. Era Lena quien la llamaba y le pedía que quedaran en el mismo parque que la otra vez. Yulia se extrañó bastante porque normalmente Lena estaba siempre ocupada, ya fuera por sus deberes académicos, por sus amigas o por asuntos familiares, y era realmente sorpresivo que la llamara para quedar. Pero eso no quitó que la pequeña pelinegra se alegrara profundamente con la llamada. Todo parecía pintar bien, pero nunca se esperó que esa “cita” se tornara una de sus peores tardes. Nunca se imaginó que solo la citaba para decirle que tenía novio. La pequeña se hizo la fuerte, porque realmente se veía en la cara de su pelirroja que lo sentía profundamente, pero por dentro, a cada palabra que la pelirroja pronunciaba, su corazón se iba partiendo cachito a cachito. No fue hasta que se despidieron que Yulia se desmoronó. No quería preocupar a Lena, por eso espero que estuviera suficientemente lejos como para ir de nuevo a sentarse en el banco que habían ocupado y quedarse ahí inerte, quieta, casi parecía que hubiera muerto, y en parte era así. Estaba tan tremendamente afectada, más de lo que se pensaba, de tal manera que no pudo ver la persona que pasó con una risa malévola dibujada en la cara.
Lena se fue a su casa pensando que Yulia se lo había tomado bien, que como humana que era, en algún rincón de su corazón le habría hecho daño, pero ella es fuerte, pensaba Lena. Así que un poco más tranquila, Lena llegó a su casa y pasó lo que quedaba de tarde. Mientras tanto, la pequeña chica de ojos azules se encontraba al borde del llanto, no sabía que hacer, no sabía que iba a ser de su corazón ahora que la persona que más amaba había decidido estar con otro. Y en ese momento sacó su móvil del bolsillo y marcó el único número al cual podía recurrir en esa situación.
- Yul: Hola, soy yo… No, nada, estoy en el parque… Es que necesito a alguien a mi lado… Ya te cuento luego, ¿puedo ir a tu casa por favor?... Ok, gracias… En un rato estoy ahí… Hasta ahora…
Yulia empezó a caminar con la cabeza baja. No quería ver nada más que sus pies. No quería ver ese sol rojizo de atardecer, ni las personas de su alrededor. Nada quería, solo un hombro en el que poder derramar esas lágrimas que se peleaban por salir. Ese paseo le pareció el más eterno de toda su vida, no había manera de llegar, el tiempo parecía haberse detenido en el mismo instante en que Lena le había dicho que tenía novio. Sus palabras le resonaban con fuerza en la cabeza, no había manera de acallarlas y a cada paso parecía que iba perdiendo una parte de su tan notoria alegría.
- Mik: Yulia… Cuéntame… ¿Cómo es que me has llamado?
- Yul: Mejor entramos y te lo cuento tranquilamente…
- Mik: Bien, pues pasa… A ver… ¿Qué pasó?
- Yul: Pues estaba tan tranquila en casa y Lena me llamó para quedar…
- Mik: ¡Mírala! Pues que alegría ¿no?
- Yul: Eso pensé yo también… pero me llamó porque tenía que contarme algo…
- Mik: ¿Y que te contó?
- Yul: Pues… pues… -el dolor se volvía a apoderar de la pelinegra- me dijo… que… que…
- Mik: Tranquila cariño… si no quieres no me lo cuentes ahora… comemos algo, nos tomamos un café o algo y después me cuentas si quieres…
- Yul: Si es que no me entra nada en el estómago Mik…
- Mik: Ya verás… ¿ni un poco de chocolate se te apetece?
- Yul: Bueno… eso tal vez si… jejeje…
- Mik: ¡Ok! Marchando un buen trozo de chocolate para la niña linda…
- Yul: ¡¡A ver a quien le llamas niña eh!!
- Mik: Jajaja… ya veo que la mala leche la conservas… pues perdóneme usted, señora…
- Yul: Jejeje…
La verdad es que Mik era el único de sus amigos que la comprendía y la apoyaba en todo. Siempre intentaba hacerla reír y que se sintiera lo mejor posible. Y eso justamente era lo que estaba haciendo. No necesitaba que la pelinegra le contara nada, él ya sabía que algo no demasiado bueno había pasado, y si la distraía un rato, tal vez luego ya podrían hablar mejor. Así que después del gran trozo de chocolate, las diversas pastas, un refresco y algunas chucherías más, ya se veía que Yulia estaba más tranquila.
- Mik: Dime, ¿ya te sientes un poco mejor?
- Yul: Si… creo que si…
- Mik: Me alegro… me gusta más cuando estás alegre… entonces, ¿quieres hablar de lo que ocurrió con Lena?
- Yul: Si… necesito quitármelo de encima… tal vez así me sienta algo mejor…
- Mik: Puede ser…
- Yul: Pues verás… me contó que… que ahora esta con un chico…
- Mik: ¿¡QUE?!
- Yul: Lo que oyes… se ve que el chico estaba enamorado desde siempre de ella… y bueno, el otro día se le declaró, y le insistió para que al menos probaran de estar juntos haber si funcionaba, y como son amigos pues ella no le quería hacer daño dándole un no rotundo… y bueno, ella estaba destrozada, porque solo con empezar ha hablar ya me pidió que la perdonara… que lo sentía mucho, que llevaba pasando unos días malísimos y que por encima de todo no quería hacerme daño, por eso me lo ha contado… porque algo en ella le decía que me lo contara… y también me ha dicho que ella más que nada no lo ve como una relación seria, que tal vez no dure demasiado… y bien… yo diría que eso es todo…
- Mik: Pues vaya… con razón estás así… Lo siento tía… Pero bueno, tal vez si ella no le ve futuro, no está todo perdido… Se le nota que te aprecia mucho Yuli… Si no, no sé hubiera preocupado tanto y no lo habría pasado tan mal… Y entonces, ¿ahora que vas a hacer?
- Yul: Bufff… no tengo ni idea… Lo que se es que tengo que continuar siendo su amiga, porque tampoco quiero perderla. Además se lo dije, que no pasaba nada y que continuábamos siendo amigas… Pero no sé… yo me temo que algún día la vea con él y entonces si que no sé que va a pasar, si me hundiré aún mas, si me dará por irle al chaval este y cantarle las cuarenta o no me dará por nada… no sé… no sé que pasará ahora…
- Mik: Bueno… tu no te des por vencida pequeña… me da a mi que acabareis juntas… no me preguntes cuando, pero chica, se os ve en los ojos que ahí hay un sentimiento fuerte y profundo…
- Yul: Ojalá tengas razón Mik… ojalá…
Yulia se quedó un rato más con su amigo Mik. Él la intentó animar un poco más, pero el golpe era fuerte para su pobre corazón y por mucho que el chico intentara reconfortarla, no era tarea fácil. Todo estaba en la capacidad de la pequeña pelinegra para afrontarse a esta situación. Y así, un poco más animadita, partió hacia su hogar.
En esa noche especialmente clara, donde las estrellas brillaban al lado de una luna completamente redonda y resplandeciente en el infinito firmamento, tres personas se encontraban pensando antes de rendirse en los brazos de Morfeo. Lena se sentía un poco más liberada, aunque por mucho que su amiga le hubiera dicho que no pasaba nada y que todo seguiría igual, en el fondo creía que Yulia tendría que estar algo afectada y que probablemente, algo entre ellas iba a cambiar. Yulia estaba resentida, no sabía si por haber ocultado lo que verdaderamente le pasó por la cabeza cuando la pelirroja le contó lo de su “novio”, por el hecho de que Lena estuviera con alguien o por las dos cosas a la vez. Estaba confusa, triste, sin saber que hacer, pero no podía dejar que sus esperanzas se perdieran en el inmenso cielo nocturno. Era hora de poner toda la carne en el asador, y a partir de su próximo encuentro iba a ser más persuasiva que nunca. Y por último, había una tercera persona que había escuchado todo lo que las dos chicas se habían explicado. Mabel por fin había conseguido lo que estaba esperando, un punto flaco en la perfecta Lena, una pequeña brecha por donde atacarla, una puerta semiabierta para que Damián pudiera ser suyo. Ahora faltaba encontrar como utilizar esa bomba para conseguir sus propósitos.
- Yul: ¡¡Buenos días Lena!! ¿Qué tal amaneciste preciosa?
- Len: Vaya manera de saludar Yuli… jejeje… pues bien… ¿y tu?
- Yul: Estupendamente… Teniéndote ahora mismo aquí delante, ¿qué mas puedo pedir? Jejeje…
- Len: Que cosas tienes Yuli… no será para tanto… jejeje…
Al día siguiente las chicas se encontraron temprano en el pasillo y Yulia puso en práctica todo lo que había pensado la noche anterior, eso si, con algo de cuidado porque los pasillos del instituto precisamente vacíos no estaban. En ese momento Mabel también estaba en el pasillo, y decidió que era momento de indagar un poco más entre lo que había entre Lena y su “amiguita”.
- Mab: ¡Ey Lena! ¿Puedes venir un momento?
- Len: Si… ahora vengo Mabel… un minuto…
- Yul: Mmm… yo lo siento mucho Lena, pero a mi esa tía me da mala pinta… tiene algo extraño… no me gusta la manera en que me mira a veces…
- Len: Ay… no seas tontita Yuli… ella es así… y no te mira mal…
- Yul: Bueno… pero por si acaso vigila con ella… hay algo raro…
- Len: Jajaja… ok, iré con cuidado, pero no sé… nunca se ha comportado de manera extraña para que tenga que vigilar con ella… -ahí Yulia le lanza una de sus miradas-. Vale, vale… te voy a hacer caso…
- Yul: Jejeje… así me gusta… bueno pues nos vemos luego…
- Len: Vale… hasta luego Yuli…
- Len: Ya estoy aquí… ¿Qué querías Mabel?
- Mab: Te llevas muy bien con esa tía ¿no?
- Len: Se llama Yulia y si, se podría decir que hemos conectado bien… es extraño, pero aunque hace poco tiempo que la conozco, parece como si hubiéramos sido amigas de toda la vida…
- Mab: Ya… Se ve algo profundo que os une… Y dime, ¿ya te has fijado como te mira?
- Len: ¿Quién? ¿Yulia? –Mabel asiente con un gesto afirmativo- Anda… ¿pues como me va a mirar? Pues como me puedes mirar tú… no sé que te imaginas…
- Mab: Jajaja… Yo no imagino nada, solo te digo lo que hay… Ya sé lo que me digo…
- Len: ¿Y que se supone que sabes?
- Mab: Lo sé todo Lena… Se que hay entre tú y la tía esa… Sé que estás con Damián por pura pena, por no herirlo como tú dices… Y creo que no le haría mucha gracia saber que estás con él por que si y que además estás a las escondidas con una chica…
- Len: ¿¡Pero quien te has creído que eres para decir todo eso?!
- Mab: Yo no me creo nada, ¡¡solo sé que te va a salir caro esto pelirroja!!
- Len: ¿Y que te he hecho yo? Porque que yo recuerde no te he hecho nada para que ahora me vengas tratando de estas maneras…
- Mab: Ah… claro… la chica perfecta nunca hace nada… ella es una santa, que nunca hace nada… ¿¡que vas a saber tú!? ¡Que no ves más allá de ti y de esa tía que se ha enamorado de ti!
- Len: De verdad Mabel que yo no sé que mierda te has metido hoy, pero estás flipando… Pensaba que éramos amigas y que había confianza para contarnos las cosas… ¿Cómo quieras que sepa lo que te he hecho si no me lo cuentas?
- Mab: De mierda ninguna maja… Si tu no ves lo que haces, es problema tuyo… yo no tengo ninguna obligación de decirte nada… pero, ya verás, esto no quedará aquí…
- Len: ¿Sabes que? No me das ningún miedo… Hazme lo que quieras…
- Mab: Eso es lo que haré…
Y dejando a Lena con la palabra en la boca, Mabel se metió en clase. “¿Qué coño le habré hecho yo a ésta para que se ponga así? Al final Yulia tenía razón, hay algo extraño en Mabel… Espera… ¿Cómo sabe lo de Yulia? Mmm… Seguro que nos escuchó ayer en el parque, porque en el instituto Yulia va con cuidado… Madre mía… ¿Qué será lo que me hará ésta sádica? Se lo tengo que contar a Yulia… y contra antes mejor”. Así que la pelirroja se acercó a la clase de Yulia, y con unos gestos le hizo ver que quería que saliera para hablar con ella. La pelinegra dudó por unos momentos, pero sabía que si Lena la sacaba de clase y ella aun no había entrado, siendo ella la que se comportaba mejor de las dos en la escuela, tenía que ser urgente, grave o las dos cosas. Se acercó al profesor y le pidió que la dejara ir al baño. Él la miró de arriba abajo, como buscando algo que no supo encontrar y la dejó salir. Lena ya la esperaba fuera del campo visual de su profesor.
- Yul: ¿Qué pasa Lena? Es raro que me hagas salir en medio de una clase…
- Len: Lo sé… pero es importante que hablemos ahora… Mabel sabe lo que sientes por mí…
- Yul: ¿¡COMO?! Pero como lo puede saber… si yo me ando con cuidado cuando te digo algo… además tampoco no te he dicho la gran cosa para que lo saque del aire…
- Len: Ya lo sé… pero supongo que ayer nos vería en el parque… o yo que sé…
- Yul: Joder con la tía esta… vaya una… ¿y que más te ha dicho?
Lena le contó punto por punto todo lo que Mabel le había dicho, el modo en el que se había enojado y la amenaza que le había insinuado.
- Yul: ¿Y tu no sabes que le puedes haber hecho?
- Len: Pues no… ya sabes como soy… no voy por ahí haciendo daño a la gente… Además, estos días yo no le había notado nada raro… Con las chicas estábamos bien y todas estaban encima de mí por lo de Damián…
- Yul: ¿Damián? ¿Quién es ese?
- Len: Ups… Bueno, él es mi “novio”… y bueno, las niñas ya llevaban dándome la brasa con que estaba enamorado de mí desde el año pasado…
- Yul: Mmm… ¿Todas, todas? ¿Las tres?
- Len: Yo diría que si… aunque… espera… Mabel era la que decía menos sobre el tema…
- Yul: ¿Y el día que les dijiste que estabais saliendo como se lo tomó ella?
- Len: No sé… no me fijé tampoco… Samy se puso hipercontenta… Gaby me dijo que por fin, que ya iban siendo horas… y… y… Mabel… Mabel no me dijo nada…
- Yul: Pues ahí lo tienes… Mabel debe estar enamorada de Damián… y si nos oyó ayer, seguramente se quedó con lo de que estás con él porque no querías herirle…
- Len: Tal vez… pero no sé… ella es mi amiga… ¿quieres decir que puede ser tan retorcidamente jodida como para ponerse así?
- Yul: Creme cariño… por amor se hace de todo… y aparte, nunca ves las consecuencias de todo lo que vayas a hacer o digas… Mabel esta tan cegada que solo quiere que lo dejes con Damián para apoderarse de él…
- Len: Joder… pues vaya amiga… ¿y ahora que hacemos Yulia?
- Yul: Bueno… lo primero volver a clase, porque ya me veo al graciosote de turno haciendo la bromita de “Yulia, ¿Qué hacías tanto rato en el baño?”… Y mira, tal vez sería bueno que hablaras con Damián de todo esto… porque seguramente Mabel irá a contárselo todo y fijo que lo contará a su manera para salirse con la suya… Y por último, tranquila, que yo no voy a permitir que esa… esa… esa pedazo de gilipollas haga que mi niña sufra…
- Len: Jejeje… bueno… esta bien… ahora intentaré hablar con Damián antes de que Mabel pueda hacerlo… y a ver que sale de todo esto… pero una cosa… no te pases demasiado… que no quiero que se monte la de dios aquí…
- Yul: Jajaja… tranquila… solo le diré cuatro cosas…
- Len: Vale… pues nos vemos luego…
- Yul: Si… que vaya bien…
- Len: Igualmente…
Yulia volvió a su clase, ya que en ese momento no podía hacer nada más que esperar a encontrarse a Mabel para decirle todo lo que tenía metido en la cabeza. Lena, por su parte, aprovechando que no le tocaba una clase junto a Mabel, fue a buscar a Damián para hablar con él. Para sorpresa de éste, Lena se sentó a su lado y por lo bajo le dijo:
- Len: Damián, tenemos que hablar… es urgente…
- Dam: ¿Qué pasó?
- Len: Verás, ni siquiera sé como decírtelo, pero más vale que te lo diga yo tal y como es…
- Dam: Está bien… pues tú dirás…
Lena le contó todo la historia con Yulia, desde principio hasta ese mismo día. El chico escuchaba atento a todo lo que la pelirroja le contaba en un susurro. Llegaron al punto de su relación. Por un momento Lena dudó en decirle que estaba con él por no hacerle daño, pero o se lo decía ella lo más suavemente posible o iría Mabel y se lo soltaría a la tremenda, así que tomó fuerzas y se lo explicó lo mejor que pudo. Le dijo que le apreciaba mucho, que estaba bien con él, pero que no sentía ese sentimiento tan bonito como es el amor a la persona que amas.
- Dam: Me lo tendrías que haber dicho desde un principio Lena…
- Len: Lo sé… pero es que… no sabía como expresarme… no quería hacerte daño… no sé… lo siento…
- Dam: Bueno… es una pena… pero fue bonito mientras duró…
- Len: Si…
- Dam: Además, Lenita, eres tan condenadamente transparente cuando se te conoce un poco más, que se te nota que tú estás enamorada de otra persona…
- Len: No lo sé la verdad… ya no me entiendo ni a mi misma… jejeje
- Dam: Jajaja… bueno, cuando seas capaz de asimilarlo, lo verás claro y serás feliz…
- Len: Tal vez… lo siento mucho Damián… espero que me perdones por todo lo que he hecho…
- Dam: Tranquila… si un caso te tendré que dar las gracias por darme los días más bonitos de mi vida…
- Len: Jejeje…
- Dam: Bien, ¿y que ha pasado para que me lo hayas contado así, tan rápido?
- Len: Verás, a Mabel se le ha girado la cabeza… Nos escuchó el otro día a Yulia y a mí cuando le estaba contando lo nuestro… Y claro… la muy… mejor me callo, lo está aprovechando para intentar hacerme daño…
- Dam: ¿Pero por que? Yo la veía como una buena amiga tuya…
- Len: Y yo también creía que era así… pero verás… no sé si te lo tendría que decir yo… pero ya que estamos… a ella nunca le ha gustado que yo esté contigo… nunca lo ha aprobado… y por eso está así… y bueno, antes de que te lo contara ella a su manera, he preferido contártelo yo…
- Dam: Bueno… entonces supongo que en nada me vendrá contando la historia de nuevo ¿no?
- Len: Si, supongo que si…
- Dam: ¿Y quieres que haga algo en especial?
Len: Mmm… no sé… ya has hecho suficiente entendiéndome… pero tú verás… haz lo que creas que debes hacer… de todos modos cuando la vea Yulia le dirá cuatro cosas, y conociéndomela como me la conozco, no será una conversación apta para menores… jejeje
- Dam: Jajaja… bueno, si ella te quiere, es normal que se mate para defenderte… y si te quieren hacer sufrir a su costa, aun con más razón te defenderá… se nota que te quiere mucho Lena…
- Len: Lo sé… en sus ojos se ve que lo daría todo porque yo fuera feliz…
- Dam: Entonces, ¿a que estas esperando para estar con ella?
- Len: Jajaja… ¿tanto se me nota?
- Dam: Jajaja… solo un poco…
- Len: Jejeje… me has pillado… pues no sé a que estoy esperando… pero no sé… es que no lo tengo claro… se que la quiero mucho, que la adoro, que lo daría todo por su felicidad, pero no se… es difícil…
- Dam: Jajaja… ya lo supongo… pero bueno… más que nada ahora me parece que hay que preocuparse por Mabel, a ver que hace, y luego ya tendrás tiempo de hablar tranquilamente con Yulia…
- Len: Pues si… Bueno, gracias por todo Damián, de verdad… eres un encanto…
- Dam: De nada Lena… ya sabes que aquí estoy para lo que necesites…
La clase acabó de pasar. Lena salió al pasillo para ver si veía a Yulia y decirle que ya había hablado, y mientras tanto, la predicción se cumplió: Mabel ya estaba con Damián dispuesta a darlo todo para que dejara a Lena y, quien sabe, tal vez conseguir estar con él.
- Mab: Dami… ¿podemos hablar un momento?
- Dam: Si, claro…
- Mab: Verás… no se ni como decírtelo, pero supongo que tienes derecho a saber lo que sé, ya que te concierne a ti y a Lena, y… yo no acostumbro a hacer estas cosas, pero te considero mi amigo, y no me gusta que vivas engañado de esta manera…
- Dam: Aja… esta bien…
- Mab: Pues bueno, la cuestión es que Lena no te quiere… nunca te a querido, solo ha estado contigo por pena… nada más hace que fingir, y para colmo, se ve a escondidas con otra persona… y no te lo pierdas… ¡encima es una chica! Es esa Yulia con la que últimamente está tanto… y bueno, yo lo siento por habértelo dicho así, pero es que eres mi amigo y no podía estarme de brazos cruzados mientras Lena juega contigo…
- Dam: Ah… esta bien Mabel… gracias por decírmelo…
- Mab: ¿Y eso es todo? ¿No te enfadas? ¿No haces nada?
- Dam: No…
- Mab: ¿¡Pero como puedes ser así!? O sea… te digo que tu novia no te quiere y que está jugando contigo, ¿y tú te quedas tan tranquilo?
- Dam: Pues si…
- Mab: ¿¡COMO?! ¿Pero tú no te estás dando cuenta de lo que te digo? ¡Que ella solo ha estado jugando contigo tío! ¡Que se pasa las tardes haciendo vete a saber que con Yulia!
- Dam: ¿Y?
- Mab: ¿¡¿¡COMO QUE Y?!?!- Mabel estaba al borde de un ataque porque nada le estaba saliendo como esperaba-. De verdad… estáis los dos jodidamente locos… no entiendo como no te importa ni un poco…
- Dam: ¿Terminaste ya? Bueno da igual… Acompáñame un momento anda…
Damián la agarró fuertemente por el brazo y la sacó al pasillo. Unos metros más adelante, estaba Lena con Yulia, que se acaban de encontrar y justo cuando Lena le iba a decir que había hablado con Damián, éste les dijo que se acercaran. Yulia se acercó manteniendo a Lena detrás de ella y miró con una mirada completamente fría a aquella chica que se había atrevido a hablarle mal a su amada pelirroja.
- Dam: (haciendo que Mabel quedara por delante de él y frente a la fría chica de ojos azules) Verán chicas… Mabel me ha venido diciendo un par de cosas sobre vosotras, y precisamente me lo ha dicho argumentando que como es mi amiga, me lo tenía que contar… pero digo yo… Mabel, ¿no es cierto que Lena es una de tus mejores amigas?
- Mab: Mmm… yo… esto…
- Dam: Y dime… siendo ella amiga tuya, ¿cómo puedes tratarla de la manera que la tratas?
- Mab: Yo… pero no es lo mismo… ella… ella…
- Dam: Ella nada… Lena ha sido sincera conmigo… y es algo para apreciar, porque en su situación era difícil sincerarse, pero aun así lo ha hecho… y tú… tú solo querías hundirla con estas artimañas que te has montado escuchando una conversación que no tenías ningún derecho a escuchar e interpretándola como te ha parecido mejor para conseguir lo que quieras conseguir… si eso es ser una amiga, te juro que no quiero una amiga de ese tipo cerca de mí…
- Mab: Pero… pero…
- Dam: ¿Pero que?
- Mab: Que yo te quiero Damián… desde siempre he estado enamorada de ti… y no podía permitir que te fueras con alguien que no te quiere…
- Dam: Pues si tanto me quieres, ¿por qué no hiciste como la gente normal y me lo dijiste? De esta manera solo has conseguido que tenga ganas de no verte más… Así que, a partir de ahora, haz el favor de dejarme tranquilo, porque tu has dicho que Lena no me quiere… ahí te equivocaste, ella me quiere lo suficiente como para haber confiado en mi y haberme contado la verdad tal y como era, y no de la manera que tu lo has hecho… Así que mejor sal de mi vista…
- Mab: Pero… pero Damián…
Ya era tarde para Mabel. Damián ya le había dicho todo lo que tenía que decirle, y se marchó para la clase, con paso decidido y tranquilo por todo lo que había dicho y hecho.
- Mab: No puede ser… ¿¡Has visto lo que ha pasado por tus juegos maldita pelirroja?!
Entonces Mabel intenta agarrar a Lena, pero una mano la frena antes que la llegue a rozar.
- Yul: No… ni un pelo le vas a tocar… Así que vete mentalizando por todo lo que tus celos han causado… Tal vez si no hubieras hecho nada, aun conservarías a un par de amigos… Y piensa que como intentes hacerle algo más a Lena, esta vez quien te dirá cuatro cosas seré yo, y ves preguntando por ahí… yo no soy de lo más buenacita que digamos…
Yulia continuó delante de Lena, mientras Mabel les lanzaba una mirada de extrema rabia y, al fin, decidió marcharse. La pelirroja suspiró de alivio. Había estado en tensión desde que Damián apareció con Mabel por el pasillo, y aunque su pequeña pelinegra la protegiera, eso no le quitaba el estar inquieta por lo que pudiera pasar. Y por ese día, en que no faltaron emociones, todo quedó tranquilo.
0 comentarios