Porque todos merecemos un final feliz
9. Una nueva vida
Desde aquel tremendo día, Mabel no volvió a aparecer por el instituto, incluso ni siquiera terminó ese, ya que después de la charla con Damián y con Yulia, se marchó sin decir nada a nadie. Pasaron unos pocos días. Todo estaba tranquilo, seguía su curso y apenas se había nombrado nada de todo lo que había pasado. Tanto Samy como Gaby no habían preguntado nada. Sabían que algo había pasado entre Lena y Mabel, pero no se atrevían a preguntar, hasta que llego el día en que Mabel volvió, volvió para despedirse.
- Gab: ¿Cómo que te vas? ¿¿Estás unos días sin venir y vuelves para decirnos que te vas??
- Mab: Si… lo siento chicas, pero estuve hablando con mis padres y no me pusieron problema… necesito alejarme de aquí… y bueno, solo quería deciros eso…
- Sam: Pero, ¿por qué te vas?
- Mab: Hay veces que es mejor poner distancia entre una misma y las malas experiencias… y eso es lo que hago… necesito cambiar de aires…
- Gab: ¿Y ya es definitivo?
- Mab: Si… esta tarde mismo hacemos el traslado…
- Sam: Bueno… te extrañaremos Mabel…
- Gab: Si… te extrañaremos mucho…
Y las tres chicas se fundieron en un tierno abrazo. Mabel había aparecido esa mañana para hablar con los profesores sobre lo de su traslado y para despedirse, al menos, de las pocas amigas que le quedaban. Samy y Gaby se quedaron bastantes tristes, y Lena, aunque aun no le perdonaba todo lo que le había hecho, sentía también esa pena en su interior. Por mucho que lo negara aun la consideraba una buena amiga y la quería.
- Mab: Bueno chicas… es tiempo que me vaya… ya está todo arreglado y tengo que ir a casa para recogerlo todo y irnos…. Os extrañaré…- le dio un beso a cada una y se dirigió hacia la salida para despedirse por siempre de aquel edificio que la había visto tantos años dentro-.
- Len: Mabel, espera…
- Mab: No hace falta que me digas nada Lena… Se que me comporté fatal y es que ni me merezco un te odio por tu parte… solo se que ahora lo siento, lo siento por todo lo que te hice pasar, y bueno, espero que no me guardes demasiado rencor…
- Len: Yo también te voy a extrañar…
- Mab: Lena…
Y las dos chicas dejaron atrás sus diferencias para despedirse con un abrazo, un abrazo que significaba un perdón, un arrepentimiento de todo lo ocurrido, una nueva oportunidad que estaría por venir.
- Len: Cuídate mucho ¿vale?
- Mab: Si… cuando pueda ya vendré ha haceros un visita… y bueno, dile a las niñas que yo nunca quise hacer daño a nadie, pero que se me nubló la mente por unas semanas y bueno, pasó lo que pasó…
- Len: Tranquila… yo se lo contaré todo bien… y bueno, si podemos nosotras también te iremos a visitar…
- Mab: Estaría bien jejeje… Bueno, hasta otra Lena…
- Len: Hasta otra Mabel…
Y la chica de los ojos oscuros desapareció por la puerta de aquella “cárcel” que la había visto enloquecer temporalmente. Ahora todo parecía que se había calmado. Por su parte, Yulia le había contado todo lo que había pasado a su amigo Mik, el cual opinaba que habían hecho bien y que si le hubieran avisado también hubiera puesto algún que otro comentario de su parte. Y Lena, ahora había estrechado un poco más su amistad con Damián después de ver todo lo que hizo por ella aunque ya no estuvieran saliendo. La pelirroja también les contó a sus amigas todo lo que había pasado con Mabel. Incluso les llegó a decir lo que había entre Yulia y ella, aunque claro, todavía no había nada seguro, porque no había hablado del tema, pero les aseguró que pronto iban a hablarlo y les diría el que.
- Dam: Bueno Lena, ¿para cuando le vas a decir a Yulia lo que sientes?
- Len: Pues no lo sé… yo no sé nada… ¿Quién te dice que ahora ya no me quiere, después de todo lo que se montó?
- Sam: Venga pelirroja, no seas tonta… si cada vez que os cruzáis por el pasillo lo decís todo con las miradas que os lanzáis… ¿Verdad que si Gaby?
- Gab: Es cierto Lena… además, ya que ella fue la que se declaró primero, ahora te toca a ti dar el paso, ¿no crees?
- Len: Si… la verdad es que tenéis razón… ya va siendo hora que lo dejemos todo claro… ¿sabéis que?
- Dam, Sam y Gab: ¿Qué?
- Len: Que ahora mismo voy a decirle que esta tarde quedemos para hablar…
- Dam: Pues bien hecho…
- Sam y Gab: ¡Así nos gusta Lena!
- Len: Pues bueno… voy a ver si la encuentro…
- Dam, Sam y Gab: ¡Ánimos!
La pelirroja salió al pasillo y su corazón dio un gran vuelco. Allí estaba ella, con su pequeño cuerpo, su pelo oscuro y aquellos ojos azules inmensos como el mar. Todo en ella se estremeció. Definitivamente, con el paso de los días, se había ido enamorando de aquel pequeño diablillo de ojos cristalinos sin apenas darse cuenta. El mundo parecía haberse detenido. La distancia que las separaba no parecía que se terminara nunca, pero por fin estaban frente a frente, alma con alma, cada una perdida en la mirada de la otra.
- Yul: Hola Lena…
- Len: Hola Yulia…
- Yul: ¿Qué tal todo?
- Len: Estupendamente… ¿y tu?
- Yul: Igual que tú…
Un silencio se coló entre las dos, un silencio que hablaba por si solo, pero Lena tenía que decirle lo de salir esa tarde, ya era tiempo de dejar todo claro.
- Len: Yulia… yo venía para proponerte algo…
- Yul: ¿El que?
- Len: Que si esta tarde no tienes nada importante que hacer, me gustaría quedar contigo… Diría que lo necesitamos…
- Yul: Si… bueno, pues no tengo nada más importante que quedar contigo esta tarde… ¿Nos vemos donde siempre?
- Len: Vale… pues… hasta luego Yuli…
- Yul: Hasta luego…
Y como un susurro cada una se fue en su dirección, perdiéndose entre la gente. Aquella mañana transcurrió lentamente para nuestras protagonistas. El reloj se arrastraba a cada segundo, los minutos se hacían interminables, las horas no terminaban de pasar. Pero al fin llegó la hora tan esperada: la salida. Mik le dio todos los ánimos que pudo a Yulia para que le fuera todo bien, y Damián, Samy y Gaby lo hicieron también con Lena.
Las pocas horas que quedaban para el encuentro en el parque de siempre iban pasando. Lena estaba de lo más nerviosa, no sabía como iba a hablar con Yulia, no sabía ya ni siquiera si ella aun sentía lo mismo después de todo lo que había pasado. Estaba hecha un flan, pero intentó tranquilizarse lo más que pudo, se arregló un poco y se marchó en dirección al parque. Llegó pronto, tal vez un poco demasiado, se sentó en el banco que tantas veces las había visto juntas, y se puso a pensar en como podía expresar todo lo que sentía en su interior.
Por otro lado, Yulia también se sentía nerviosa. Estaba claro que iban a hablar de su futuro. Lena ya no estaba con Damián y ahora las posibilidades de estar con su amor habían crecido considerablemente. No sabía exactamente por donde le saldría Lena, pero algo en ella le decía que tal vez hoy iba a ser el día en que por fin iban a poder estar juntas. Desde todo lo que pasó con Mabel, Yulia había observado un brillo diferente en los ojos de su pelirroja, un brillo cálido, tierno. Así que después de arreglarse un poco, se fue hacia el parque. Llegó al banco de siempre i ahí estaba ella, con su hermosa sonrisa, con sus ojos de ese azul grisáceo observándola. Todo era perfecto, el cielo estaba claro, con alguna pequeña nube dándole un toque blanco a ese azul tan perfecto. El sol brillaba antes del atardecer y no hacia aire. Yulia se sentó al lado de Lena y por un momento se quedaron perdidas en los ojos de la otra. Pero había que hablar, había que aclararlo todo.
- Yul: Bueno Lena… creo que nos debemos una conversación…
- Len: Pues si… Bueno… No se por donde empezar… todo ha estado un poco revuelto estos días… Peor bueno… creo que a pesar de eso, ahora lo veo todo un poco más claro…
- Yul: Esta bien… ¿y que has aclarado?
- Len: Pues… pues todo lo que siento Yuli… yo no me había dado cuenta… pero siempre he estado enamorada de una persona, solo que no lo podía ver…
- Yul: Interesante… y esta vez, ¿quién es?
- Len: Pues… tú pequeña… siempre te he mirado de manera diferente que a los demás… desde el primer día ya había algo que me llamaba la atención de ti… pero no pude ver que era hasta todo lo que pasó con Mabel… ha sido difícil… pero aquí está… yo te quiero tanto Yulia… no sabes todo lo que te quiero… yo… yo…
- Yul: Shh… no digas más… No hacen falta las palabras entre tú y yo… ya sabes que en mi no ha cambiado nada…
Yulia puso el brazo por encima del hombro de Lena, invitándola a apoyar su cabeza en el suyo. Y allí estaban ellas dos, viendo el atardecer de aquella tranquila tarde.
- Yul: Pronto llegará el verano…
- Len: Para mí el verano llegó contigo pequeña…
Por un momento se miraron y sus labios se ajuntaron, ajustándose también sus almas y sus corazones enamorados. Y así, fundidas en un tierno beso, se dejaron abrazar por la oscuridad de aquel atardecer, pero ahora Lena ya no estaba sola en la oscuridad, estaba con la chica de sus sueños, la chica de ojos azules de ese sueño.
FiN
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