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Phrases for Embraces

Si, No, Quizá...

Si, No, Quizá...

6. ¿Mas que amigas?

- Mik: Buenos días Yuli… ¿Cómo estas?

- Yul: Nerviosa Mik, bastante nerviosa…

- Mik: ¿Por?

- Yul: Por lo de Lena… Se que hoy va a venir a buscarme como cada día para que charlemos un rato… Y entonces le diré lo de quedar, y como me diga que si ya sabes lo que me tocará esta tarde… No se si podré hacerlo Mik…

- Mik: Venga pequeña… No hay para tanto… Lena es muy comprensiva… No va a pasar nada malo ya veras…

- Yul: Ya, pero tu imagina si le da por montar la de Cristo… Yo lo que menos ganas tengo es de perderla… Me da igual que no sienta lo mismo, pero no quiero perderla como amiga…

- Mik: Venga no seas boba Yulia… Ella también te aprecia mucho, te lo digo yo… No va a ser tan cruel como para dejarte tirada… No te preocupes, ya verás que saldrá bien…

- Yul: Esperemos que si, porque si no vas a tener que aguantar a una tía destrozada y créeme, precisamente rodearse de pañuelos usados y lágrimas no es plato de buen gusto…

- Mik: Jajaja… Ya, pero ¿para que estás los amigos si no?

- Yul: Gracias Mik… A veces no se que haría sin ti…

- Mik: Pues no lo sé… Tal vez una fiesta… Jajaja

- Yul: Jajaja… seguro…

Ese día Yulia se había levantado definitivamente segura de que tenía que sincerarse con Lena, el problema era que sentía una especie de miedo porque no sabía como iba a reaccionar. Una angustia notable le recorría las entrañas, y no sabía como hacerla disminuir. Pero ya era tiempo de dar la cara, de dejar las angustias y los malestares atrás y enfrentarse a lo que sentía. Y como casi cada día, en el cambio de clase la pelirroja se dirigió hacia su pequeña amiga con una gran sonrisa dibujada en el rostro.

- Len: ¡¡Ey Yulia, buenos días!!

- Yul: Bueno días Lena…

- Len: (algo extrañada por el desanimo de su amiga, se acerca para darle dos besos) ¿Qué tal va yendo el día pequeña?

- Yul: Bueno… aburrido mas que nada… Oye una cosa… ¿esta tarde haces algo?

- Len: Mmm… Pues no lo sé… ¿por?

- Yul: Pues que si no haces nada importante esta tarde y si se te apetece, podríamos quedar para ir a dar una vuelta, tomar algo y hablar un poco… ¿te apetece?

- Len: Pues claro que me apetece Yuli…

- Yul: ¿Entonces quieres que quedemos esta misma tarde?

- Len: Si, me parece bien… jejeje

- Yul: ¡Genial! Pues entonces nos vemos esta tarde…

- Len: Pues si… Bueno, pues hasta luego Yuli.

- Yul: Hasta luego Lena…

Las chicas se despidieron quedando que más tarde se verían para dar una vuelta y hablar un poco. Los nervios ya definitivamente se apoderaron de la pequeña pelinegra. Entró con la cabeza un tanto densa en clase porque el momento estaba llegando.

- Mik: Y bien, ¿quedasteis al final?

- Yul: Pues si… Bufff… tú no sabes el manojo de nervios que estoy hecha ahora mismo…

- Mik: Venga tranquila Yuli… ya veras que saldrá bien…

- Yul: Eso espero…

Mientras tanto, a unos pasos de la clase de Yulia, Lena se encuentra con Damián.

- Len: ¡Ey Damián!

- Dam: Hola Lena… Esto… ¿podemos hablar un momento antes de entrar?

- Len: Si claro… Dime…

- Dam: ¿Esta tarde haces algo?

- Len: Pues la verdad es que acabo de quedar con una amiga…

- Dam: Vaya… pues otro día será…

- Len: ¿Es muy importante?

- Dam: No tranquila… Nada del otro mundo…

- Len: ¿Seguro?

- Dam: Si, si… Otro día quedamos… No pasa nada…

- Len: Ok…

Lena entra en clase mientras Damián aun se queda un momento fuera. De pronto el chico siente que alguien le da una palmadita en la espalda.

- Mab: Venga anímate Damián, que menuda cara que tienes…

- Dam: Bueno… parece ser que hoy no es un buen día…

- Mab: ¿Y eso?

- Dam: Déjalo… No tiene importancia…

- Mab: ¿Seguro?

- Dam: Si… No es nada…

- Mab: Muy bien… Pues venga, vamos para adentro Dami…

- Dam: Vamos…

Si alguien pudiera haber notado el aura de la gente de aquella clase, se podría haber dado cuenta de que ahí dentro había una mezcla de sentimientos: la impaciencia y alegría de Lena, la decepción y desesperación de Damián y la creciente envidia y los celos que iban arraigando en el corazón de Mabel. La chica de ojos oscuros siempre se había sentido atraída por Damián, pero nunca se atrevió a decirle nada. Lo único que consiguió en todo ese tiempo que se conocían fue forjar una sólida amistad, pero nada más allá de eso. Nunca había visto alguna señal en los ojos del chico que le diera paso a un estado superior. Nunca había sentido nada en él que le hiciera pensar que tenía la menor posibilidad de llegar a ser su novia. Pero ahora la cosa se complicaba. Damián nunca había demostrado sentir nada por nadie, pero en cuento llegó Lena todo cambió. Su cara resplandecía cuando ella se le acercaba. Su lengua se medio trababa cuando estaban hablando, y por más que quisiera, Mabel no podría ocultar por mucho más los celos que la iban devorando por dentro. Además, justo en empezar este nuevo curso veía a Damián dispuesto a declararse, y no sabía si podría soportar la idea de que el chico al que amaba en secreto saliera con una de sus mejores amigas. Si quería sacar algo de esto, tenía que conseguir por todos los modos posibles que Damián cambiara de opinión y no se declarara o conseguir que Lena le diera una negativa. Tenía que hacer algo inmediatamente si no quería perder a su amor.

A la vez que Mabel empezaba a urdir su plan, Samy se había fijado en que Lena y Damián habían estado hablando fuera y no podía permitirse el lujo de desperdiciar una oportunidad como aquella para molestar un poco a su amiga.

- Sam: Bueno Lena, ¿y para cuando la boda?

- Len: ¿Qué dices loca?

- Sam: Como te vi hablando con Damián, pensé que ya andabais planeando la boda jejeje…

- Len: Bufff… Si, si… La vamos planeando y tal…

- Sam: ¿¿¿De verdad???

- Len: ¡Ay! No seas burra Samy… ¿¡Cuantas veces te he dicho que entre él y yo no hay nada?!

- Sam: Jajaja… Bueno, y entonces ¿de que estabais hablando?

- Len: De nada en concreto… Me preguntó si hacía algo esta tarde…

- Sam: ¡¡Oh!! ¡Una cita!

- Len: Jajaja… Pues no… Yo esta tarde ya había quedado… Así que le he tenido que decir que no podía…

- Sam: ¿Y con quien a quedado señorita?

- Len: Creo que a usted no le importan mis cosas, señora entrometida…

- Sam: Oh venga Lena… No seas mala con tu querida amiga…

- Len: Jajaja… He quedado con Yulia…

- Sam: ¿Yulia? ¿Y quien es esa?

- Len: Una chica que conocí el otro día… Me la presentó Mik, que va con él a clase, y hace un momento me pidió de quedar esta tarde…

- Sam: Ah muy bien… ¿Así que ya me estas buscando substituta eh pillina? ¿Para ti no significan nada las noches de pasión que hemos pasado juntas verdad?

- Len: ¿¡Que noches de pasión, alocada?! No me seas boba Samantha…

- Sam: Era broma Elena… Ya sabes como soy… Es imposible dejar pasar una para gastarte una broma… Yo para mí que si no lo hago reviento y todo jejeje…

- Len: Ya, ya… Esa es tu manera de demostrarme cuanto me quieres ¿verdad cariño?

- Sam: Ay, no me digas esas cosas que me sonrojo Lena...- y le guiño un ojo mientras hacía ver que se sonrojaba – Claro que es mi manera de demostrarte que te quiero tontita... ¿a que te hago reír con mis numeritos?

- Len: Jajaja... Pues la verdad es que si... No se como sería mi vida sin ti, pero te aseguro que seguramente sería MUCHO mas aburrida...

- Sam: ¡¡Por supuesto que si!!

Y así, entre risa y risa, el día se terminó y la esperada tarde con Yulia estaba ya al caer. La pelinegra estaba ya al borde de un ataque histérico. Ni siquiera había podido meterse algo en el estómago. Estaba realmente nerviosa y había repasado mil y una veces todo lo que le quería decir a la pelirroja, había imaginado las posibles reacciones y esperaba que todo saliera bien como su amigo Mik le había dicho. Ya estaba lista para salir. Se había puesto una camisa blanca con unos jeans ajustados. Se había peinado bien su corta melena y ya estaba a punto para salir por la puerta de su casa, cuando de pronto suena su teléfono móvil.

- Yul: ¿Si?

- Mik: ¡Ey Yuli!

- Yul: Ah Mik, dime... ¿qué pasó?

- Mik: Jajaja... Nada tranquila... Solo quería preguntarte que tal estás...

- Yul: Pues como quieres que esté... Dirigiéndome a donde he quedado con Lena y como un flan de lo nerviosa que estoy...

- Mik: Jajaja... Para verte pues... ¡¡Yulia nerviosa!! Todo un espectáculo... Tú, que no te pones nerviosa ni a propósito, ahora estas que ni te aguantas...

- Yul: Ja, ja y ja... Mira que gracia que me da todo esto... Si solo llamaste para reírte de mi, mejor te cuelgo y acabamos ya...

- Mik: Lo siento... Yo solo llamaba para ver si estabas, dentro de lo que cabe, bien y para desearte suerte... Ya sabes que no soy malo en el fondo...

- Yul: No, tú no eres malo... Solo te gusta reírte de mí... Pero gracias igual... Espero que todo vaya lo mejor posible... Y bueno, ya te llamaré luego para contarte el que, o si no, ya me pasaré por tu casa ¿te parece?

- Mik: Ok... Como quieras... Ya sabes que mi puerta está abierta siempre para ti, pequeña...

- Yul: Gracias Mik, de verdad... Bueno pos voy a dejarte que tampoco quiero llegar tarde... Luego nos vemos...

- Mik: Vale... ¡¡Suerte pelinegra!!

Una vez finalizada la llamada, la pequeña Yulia se concentró exclusivamente en llegar al lugar de encuentro. Habían quedado en un parque cercano al colegio. No era muy grande, pero era tranquilo y se podía pasar una buena tarde estirado en el césped que había. Mientras andaba, la pelinegra se repasaba mentalmente su discurso, analizando cada palabra para que sonara lo mas suave posible y así que no afectaran tanto a la pelirroja. Llegó al parque unos minutos antes de la hora que habían quedado, así que buscó un banco desde donde podría ver la entrada del parque y vigilar cuando llegaba Lena. Se estaba muy a gusto en aquel banco; le daba el sol y corría una pequeña brisa no muy fría; “Pronto llegará la primavera” pensó la chica de ojos azules, mientras observaba el cielo con el sol resplandeciente.

Lena ya estaba apunto. Se había puesto una camisa negra y unos pantalones blancos ajustados. Se había dejado su roja melena suelta, con algún que otro rizo que caía descuidadamente en su rostro. Como vivía cerca del parque en el que había quedado con Yulia, se tomó con calma el paseo. Pudo contemplar la hermosa tarde que hacía; el sol resplandeciendo fuerte antes de su puesta, el cielo completamente despejado y de ese azul tan puro, ese tipo de azul que tan solo encontraba en los ojos de la pequeña pelinegra. Los ojos que precisamente la observaban feliz desde un banco del parque.

Sus miradas se encontraron en aquella tarde soleada. La pelinegra se levantó del banco para ir al encuentro de Lena mientras se dirigía hacia ella. “La verdad es que está estupenda”, pensó Yulia. “Se ve tan linda se ponga lo que se ponga...” pensó al mismo tiempo la pelirroja. Ahora los nervios de Yulia se habían transformado completamente. Ya no estaba nerviosa por tener que contarle a Lena lo que sentía, si no nerviosa porque simplemente la tenía cerca. Su corazón estaba completamente acelerado y sentía una dulce y cálida sensación recorrer su cuerpo.

- Len: ¡¡Hola Yuli!!

- Yul: Buenas Lena, ¿qué tal?

- Len: Bien ¿y tu?

- Yul: Bien también... ¿Te parece bien si nos sentamos?

- Len: Si claro, vamos…

Se sentaron en el mismo banco donde Yulia había estado minutos antes. Empezaron ha hablar de cosas que sinceramente no tenían ninguna importancia: música, ropa, algunos temas de la escuela y finalmente tocaron el tema que Yulia había estado esperando toda la tarde y no sabía como enfocarlo: el amor.

- Len: Bueno, la verdad es que pocas veces me he llegado a enamorar de alguien, por no decir que tan solo me ocurrió una vez, jejeje… Pero bueno, estuvimos por mucho tiempo juntos, lo pasamos bien y al final se terminó… Cosas que pasan…

- Yul: Pues si… Yo también he estado una vez enamorada, pero por cosas de la vida, no llegamos a estar juntos… Fue una pena, pero no se le podía hacer nada…

- Len: Jejeje… Vaya dos…

- Yul: Jajaja pues si… (“venga Yulia, o se lo dices ahora o cambiaremos de tema y no se lo podrás decir”).

- Len: Y bueno, ¿hay alguien que te guste ahora mismo?

- Yul: (“venga pelinegra que te lo ha puesto en bandeja de plata”) Esto… mmm… podríamos decir que si, que hay alguien que me gusta…

- Len: ¡¿A si?! ¡¡Pues anda que me cuentas nada guapa!!

- Yul: Jejeje- risa un tanto nerviosa-.

- Len: Bueno, ¿¿y quien es esa personita que te gusta??

- Yul: (“se valiente Yulia, ahora o nunca”) Bueno… esto… pues… pues eres tú…

- Len: Jajaja, venga Yuli, no me tomes el pelo…

Lena estaba completamente segura que su pequeña amiga le estaba gastando una broma, como tantas veces había hecho antes, pero se dio cuenta que no era una broma tan solo con mirarle los ojos. Era una mirada entre avergonzada y decidida, de convencimiento y un poco de miedo por la inminente reacción. A la pelirroja no le cabía en la cabeza lo que estaba pasando. Su amiga, esa chica que apenas había conocido tres meses atrás, la que la observó en su primer día, la que se le apareció en sueños, aquella chica de la mirada cristalina le acababa de confesar sus más profundos sentimientos.

- Len: Yulia, ¿lo dices en serio?

- Yul: Si… sé que te lo he soltado como una bomba, y que no pido nada ahora mismo… Y también sé que es algo difícil de asimilar… No todos los días te viene una amiga diciendo que le gustas… Y… y… bueno, no sé ni que decirte…

- Len: A ver… bufff… jejeje difícil situación que se montó ahora mismo… - ahora es la pelirroja quien se empieza a poner nerviosa-.

- Yul: Ya… Lo siento por ponerte en esta situación, pero es que te lo tenía que decir… Ya sabes que soy sincera en todo lo que puedo, y en esto también quería serlo… Desde el primer día que te vi entre la multitud, me llamaste la atención, no sé exactamente porqué, y en estos días pues me he dado cuenta de el porque… Además, no me podía permitir el lujo de no decírtelo, porque se que luego me arrepentiría toda la vida por no habértelo dicho…

- Len: Si, supongo que te entiendo… Pero tranquila, no lo sientas… Si me parece bien que me lo hayas dicho… Pero… pero… La verdad es que no me lo esperaba para nada… jejeje

- Yul: Jejeje ya me lo supongo ya… Solo hay que ver la carita que me has puesto.

- Len: Jejeje…

- Yul: Bueno… mas que nada, antes de que se haga la hora de irnos, me gustaría saber una cosa más…

- Len: Si, claro… Dime… (“¿por donde me vas a salir ahora pequeña?”)

- Yul: Solo… solo quiero saber… si… si algún día de estos, por un casual, tendría alguna posibilidad de llegar a ser más que una amiga para ti… si no quieres no hace falta que me contestes… jejeje…

- Len: Bueno, ya que fuiste sincera conmigo yo también lo seré contigo… Verás, yo no te puedo decir ni que las tengas ni que las dejes de tener… Solo te diré que nunca se sabe lo que puede pasar mañana… No sé si te sirve como respuesta, porque no te puedo dar ni un si ni un no rotundo, ¿entiendes?

- Yul: Jejeje si, si que te entiendo… Bueno, lo aceptaré como una respuesta válida jejeje… Me lo tendré que trabajar pues…

- Len: Jajaja… bueno, ¿algo mas que aclarar?

- Yul: Jejeje… no, supongo que por ahora ya está…

- Len: Ok… pues entonces será mejor que nos vayamos… ya se hizo bastante tarde…

- Yul: Si… será mejor…

Así que las dos chicas, con esas nuevas revelaciones metidas en la cabeza, se despidieron como siempre, y cada una se fue para su casa. Lena aun no podía asimilar lo que su amiga de ojos azules le había dicho. Se sentía como que estaba metida en un sueño y que pronto despertaría y nada habría ocurrido, pero no era así, todo era real, Yulia quizá acabaría enamorándose de ella, pero ¿sería capaz de enamorarse de la pelinegra también? Quien sabe, se dijo.

Por otra banda, Yulia se sentía bien. Por fin había podido decirle a Lena lo que sentía y la cosa no había ido tan mal. Mik tenía razón, pensó, Lena es una persona comprensiva. Y ahora faltaba encontrar la manera para hacer que Lena quisiera estar con ella. Pero de momento, lo primero que tenía que hacer era ir en busca de Mik y contárselo todo antes de que la alegría por haberse sincerado con Lena la desbordara. Así que como un torbellino, se dirigió a casa de Mik para contarle todo lo que había pasado. Su casa no estaba muy lejos de donde se encontraba, por lo tanto, en unos minutos ya estaba llamándole al timbre y subiendo para entrar en su habitación.

- Mik: Bueno, veo que no vienes demasiado triste, si no todo lo contrario. ¿Cómo fue? Cuenta, cuenta… jejeje

- Yul: Fue bien Mik… Estuvimos hablando de tonterías toda la tarde, pero al final salió el tema que llevaba esperando toda la tarde. Empezamos a hablar de relaciones pasadas y entonces me hizo la gran pregunta… Me preguntó si me gustaba alguien… ¡Me lo puso en bandeja tío! Y entonces le dije que quien me gustaba era ella…

- Mik: ¡Dios! Directa la niña… ¿y que te dijo?

- Yul: Pues al principio se pensaba que le estaba gastando una broma, que solo estaba jugando con ella… Pero me miró a los ojos y se dio cuenta de que eso de broma no tenía nada… Y entonces estuvimos un rato en silencio… Yo intenté decir algo más, porque sabía que se sentía un tanto incomoda. Pero al final me dijo que ella vivía el presente, que no me daba ni un si ni un no rotundo… O sea que depende de cómo me lo monte, tal vez acabemos juntas… ¿¿¿No te parece una pasada Mik???

- Mik: Pues si… Ves, ya te dije que Lena era comprensiva y que no se escandalizaría demasiado… Y mira, encima te da posibilidades… ¿Qué más quieres Yuli?

- Yul: La verdad es que ahora mismo solo me gustaría gritar de alegría y ya está… Estoy medio alucinada aun… No pensé que se lo tomaría tan bien… jejeje

- Mik: Jajaja… para eso tantos nervios… si es que eres… vaya una…

- Yul: Jejeje… pero bueno, ahora tengo que encontrar la manera de conquistarla… No sé ni como lo haré, pero algo saldrá, supongo jejeje…

- Mik: Ya sabes que si necesitas algo, solo tienes que pedirlo…

- Yul: Gracias Mik… De verdad…

Y los dos se quedaron un rato más charlando, hasta que Yulia se quedó más tranquila y se fue para su casa.

Unos días pasaron desde que Yulia se había sincerado con Lena. La pelirroja no había mostrado una respuesta aparente a las expectativas de su amiga, pero si que estaban más unidas que anteriormente. Se veían más a menudo y sus charlas se fueron haciendo más largas día a día. Su relación se estrechó un poco más. Pero aún quedaba algo más por superar.

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