Cuando el amor llama a tu puerta...
Este pequeño relato, se lo quiero dedicar a una nueva personita que ha entrado de forma espectacular en mi vida, arrasando con todo y que definitivamente ha entrado en mi corazon y se ha instalado confortablemente en él. Para ti Nia.
7 días
Cuando el amor llama a tu puerta, siempre cabe la duda de abrir o no, de abrir porque esa sensación inacabable de felicidad perpetua te enriquece por dentro, ese brillo que el mundo adquiere te invita a vivir un día más, ese sin fin de besos y de caricias te hace sentir realmente viva, esa infinidad de sentimientos inmensos hace que te sientas completa; y de no abrir, porque el dolor puede ser inmenso si un día decide irse tal y como vino. El amor puede llamar a tu puerta si, pero cuando el amor no llama si no que directamente derrumba la puerta, no hay dios que pueda negarse a él. Y tan solo hacen falta siete días, solamente siete.
En el primero, el amor discretamente se asoma a tu rellano, te saluda con delicadeza y descubres que hay ciertas similitudes. En el segundo, el amor se hace el distraído, apenas se deja notar, porque lo que pretende es meterse en tu cabeza sin apenas aparecer por escena, ya que en el segundo día el amor no se pasa por el lugar, pero ya se ha empezado a meter en tu corazón. El tercer día aparece tranquilamente, y sigues encontrando cantidad de similitudes que te atraen más y más, compartís ciertas vivencias y no tarda mucho en enviarte un sinfín de piropos y halagos que intentas resistir, pero que definitivamente te llegan hasta el alma. El cuarto día se parece enormemente al tercero, siguen los piropos, siguen los halagos, que se combinan con bromas diversas, algunas subidas de tono, pero no importa, pues en el fondo, algunas de ellas no te importaría que fueran verdad. El quinto día ya es mas intenso que los anteriores, porque sabes que tu puerta ya empieza a derrumbarse, presientes que no falta mucho para que caiga, pues el amor empieza a hacerse irresistible, te ves arrollada por esa corriente inevitable que te arrastra hacia él. El sexto día ves que inevitablemente tu puerta se ha derrumbado, que el amor ya ha entrado en tu vida, pues te ha dicho que se ha enamorado, e irremediablemente te cuestionas la rapidez de la situación, la intensidad de toda ella, la infinitud de sentimientos que hay en tu interior, pero en el fondo de tu corazón sabes que es inútil resistirse, pues ya te has enamorado también, todas las fortalezas han caído, los muros han dejado de existir y te rindes de forma irremediable. Y por último, en el séptimo día, en soledad, te das cuenta que cupido no te ha lanzado una de sus flechas, sino que este te ha disparado a quemarropa con una pistola llena de amor y deseo, pues lo sientes todo tan dentro, tan hondo que no puedes pensar en otra cosa, porque cuando el amor derrumba tu puerta, es imposible resistirse a él y no queda más que dejarse llevar de nuevo por la felicidad que tan solo el amor puede aportar a tu vida.
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