Miedos...
A veces las experiencias pasadas nos aportan visiones de la vida muy distintas, que varían de una persona a otra, de una situación a otra, de un día a otro, pero en esencia todo lo que nos aportan sirve para que crezcamos, para que aprendamos a saber lo que es vivir en este mundo... a veces nos ayudan, a veces no... pero en el fondo de nuestros seres sabemos cual es la verdad absoluta y universal de la vida, aunque a veces duela reconocerla, y esta es que tenemos miedo a todo aquello a lo que nos desestabiliza, a todo aquello que no es facil, a todo aquello que nos puede hacer daño... una vez que asumimos que ese miedo existe, todo puede canviar...
Por un instante
Por un instante de enervación ante un cúmulo de sensaciones indescriptibles, llega un punto que el miedo se hace presente, se apodera de cada rincón de tu cuerpo, de cada poro de tu piel, de cada espacio de tu alma y tu corazón. Miedo a querer, miedo a fallar, miedo a sentir, miedo a sufrir… Miedo, esa sensación que forma parte de la vida, que nos recorre el alma día a día. Pero que es el miedo sino una sensación vacía, sin sentido sin otras tantas que configuran la cotidianidad de nuestras existencias, como el dolor, la felicidad, el amor, la tristeza… ¿que es el dolor sin amor? ¿La felicidad sin tristeza? Es entonces, en ese instante, en el que el miedo, el miedo a ese todo universal e infinito, termina en el mismo momento en el que empieza, porque sin riesgo, sin exposición, sin descubrirse al mundo, no hay vida… no existo yo… no existes…tú…
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