Realidad y sueño...
"Viniste a mí en mis sueños y pensé que era realidad. Ahora vienes a mí en realidad, y siento como si fuera un sueño."
A la luz de las velas
La noche estaba ya en su mayor esplendor, las estrellas brillaban en la oscuridad, acompañadas por la luna casi llena. El mundo dormía, o eso parecía al menos, pues en una casa aun quedaba algo de luz. Unas pocas velas servían para iluminar una instancia ocupada por dos chicas, rompiendo el silencio con una suave melodía de guitarra acompañada por la dulce voz de una de ellas. La magia, pues, no tardó en apoderarse de sus cuerpos; las velas, la música, el misterio de la noche, la voz del deseo, una mezcla incontrolable de factores interminables confluyeron en el aire cargado de electricidad de esa habitación. La cama no tardó en cobijar los dos cuerpos de aquellas dos chicas extasiadas por semejante cóctel de sensaciones, dejando paso libre entre las sábanas i apartando toda aquella ropa que por el momento molestaba. La música se silenció, pues ya los oídos no podían percibir nada que no fueran las respiraciones entre cortadas, el latir de los corazones, las palabras entre suspiros, la melodía del amor. Las velas se iban consumiendo, las energías también, pero restaba la sensación de plenitud, y la permanente e imborrable sonrisa en el rostro. Ya todo era silencio, nada se movía, tan solo quedaban dos chicas entre las sábanas, abrazadas, dormidas, hasta que la luz de la mañana entrara por la ventana y las bañara con su cálido resplandor. Que sorpresa la mía cuando al despertar descubrí que la realidad no fue un sueño y que el sueño se había hecho realidad.
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