Dentro del armario...
Escondido en una caja de cartón, forrada con papel marrón, bajo un montón de ropa de verano aun por sacar, en lo alto de un estante, tras una puerta de madera se esconde uno de mis más preciados regalos.
Blanco inmaculado, con sus logos, sus banderas, sus letras bordadas y sus palabras escritas en tinta indeleble, está oculto ese atuendo que un día me regalaste…
Y me dio por pensar, pensar en ti y en lo que vivimos, en aquellas tardes de estudio intensivo, los bocadillos con nombres de cantantes, noches de cine y dudas… Recuperando más que tu recuerdo, más que un pensamiento, recuperando aquello tangible que me quedó de ti, releyendo las palabras que dejaste imborrables en tu antiguo uniforme, fijando esa fecha que hoy se me ha clavado en la armadura y ha derrumbado los diques que yacían secos.
Gracias por ser esa vía de escape que necesitaba a gritos, esa salida de agua y sal, un puñal más para descansar… inconscientemente gracias.
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