Arde(mos)
Arde el cielo, como una hoguera recién prendida, como la vela que ilumina toda la oscuridad… Quema, quema dentro, en aquella parte del cuerpo que ansía encontrarte… Caliente, tan caliente como aquel infierno al que me predestino, caliente como el deseo que me consume el alma… Arde, me arde el cuerpo en deseos de tocarte, acariciarte, morderte y comerte el todo por el todo… Arden los días en el calendario, junto con las noches en mi cama… Ardes, ardo y ardemos en una vorágine insaciable de fuego… Lo aseguro, sin más, que va a arder Troya, los troyanos, mi cuerpo y el tuyo…
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